Un oscuro senador ha sido imputado en Francia por drogar a una diputada con la idea de abusar sexualmente de ella, y este sábado su partido le ha suspendido de militancia y ha iniciado los procedimientos para expulsarlo. Ni el senador, Joël Guerriau, ni la diputada, Sandrine Josso, son políticos conocidos por el gran público. Tienen en común que pertenecen a distintos pequeños partidos centristas (Horizons él; MoDem, ella) y vienen del departamento occidental de Loira-Atlántico. Se conocían desde hacía unos 10 años cuando, el martes pasado, aunque tenían cita en un restaurante, el senador acabó invitando a la diputada a su casa y, según las sospechas del juez instructor, puso en marcha su plan.
Guerriau, de profesión banquero, era senador desde 2011 y había sido alcalde de Saint-Sébastien-sur-Loire, municipio de 25.000 habitantes cerca de Nantes. Pertenecía al partido del ex primer ministro, y potencial candidato a las presidenciales de 2027, Édouard Philippe. El juez le imputó el viernes por la noche por “uso y posesión de estupefacientes, y administración [de ellos] a una persona y a sus espaldas de una sustancia con capacidad para alterar su discernimiento y el control de sus actos, con el fin de cometer una violación o una agresión sexual”. Se expone a una pena de 5 años de prisión y 75.000 euros de multa. Quedó en libertad vigilada, con obligación de seguir una cura y prohibición de contactar con la víctima.
Cuando el martes por noche la diputada Josso, de 48 años, entró en casa del senador Guerriau, de 66 años, él empezó a preparar las bebidas y ella no tardó en creer que algo raro ocurría, según la reconstrucción de los hechos de Le Parisien y BFM-TV, entre otros medios franceses. Él decía que esta noche tenía ganas de “divertirse”. A los 20 minutos de tomar el primer trago, ella se encontró mal y vio que el anfitrión manejaba un saquito con alguna sustancia en la cocina. Abandonó el lugar. Y se dirigió a la Asamblea Nacional, desde donde fue ingresada en el hospital, donde se le detectó éxtasis en su sangre. También se encontró éxtasis en el domicilio del senador.
La cadena BFM-TV ha revelado algunos detalles del interrogatorio. El senador dijo que estaba pasando un momento vital “difícil y estresante”, debido a la campaña por el Senado, que llevó a su reelección el 24 de septiembre, y a la mala salud de su gato. Según su versión, fue por ese motivo que pidió a un colega del Senado si podía darle un “euforizante”, que por accidente metió en la bebida de la diputada. Según declaró en un comunicado el abogado del senador, “se demostrará que hubo un error de manipulación que causó el dramático disgusto de la colega diputada”. La abogada de la diputada afirmó a la agencia France Presse: “Sandrine Josso todavía se encuentra en estado de shock”.
Esta es una historia del lado sórdido de la política francesa, donde ha habido casos prominentes de políticos acusados de abusos, como Dominique Strauss-Kahn, exdirector del Fondo Monetario Internacional. En 2016, Guerriau ya saltó a los titulares cuando publicó un mensaje en la red social Twitter (hoy X) con la imagen de un pene. Dijo que alguien le había pirateado la cuenta y puso una denuncia, que más tarde retiró. El caso actual puede recordar al de Laurent Bigorgne, exdirector del laboratorio de ideas liberal Institut Montaigne. Bigorgne fue condenado en diciembre de 2022 a un año de prisión con libertad vigilada y 2.000 euros de multa por drogar a una colaboradora y antigua cuñada con una finalidad sexual.
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