En enero de 2025, la economía de España mostró una marcada desaceleración, alcanzando un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 1,2% en el cuarto trimestre, frente al 2,5% del trimestre previo. Esta caída se debe principalmente a la reducción del consumo interno y a la ralentización de las exportaciones, aspectos que han suscitado inquietud entre analistas y responsables gubernamentales.
En enero de 2025, la economía española experimentó una notable desaceleración, registrando un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,2% en el cuarto trimestre, en comparación con el 2,5% del trimestre anterior. Este descenso se atribuye principalmente a la disminución del consumo interno y a la ralentización de las exportaciones, factores que han generado preocupación entre analistas y responsables políticos.
Factores que influyen en la desaceleración
Acciones del gobierno y perspectivas futuras
Medidas gubernamentales y perspectivas futuras
En respuesta a estos desafíos, el gobierno español ha anunciado una serie de medidas destinadas a estimular la economía, incluyendo incentivos fiscales para las pequeñas y medianas empresas, inversiones en infraestructuras y programas para fomentar el empleo juvenil. Sin embargo, expertos advierten que será crucial monitorear de cerca la evolución de la economía global y adaptar las políticas económicas de manera flexible para mitigar los riesgos de una desaceleración más pronunciada en los próximos trimestres.