Un cambista en la política monetaria

Un cambista en la política monetaria

Christine Lagarde y el Banco Central Europeo (BCE) han remodelado su credibilidad en un momento de crítica a la institución. El Consejo de Gobierno del BCE anunció una depreciación de la Reserva Federal, lo que inició un proceso de reducción de impactos que se ha consolidado. La seguridad del BCE en la evaluación de la macroeconomía y en la identificación de la desinflación estructural ha dado resultados positivos, permitiendo difundir la información en el momento adecuado.

Lagarde ha considerado el circuito de las zonas de interés como un exceso de precaución, permitiendo al BCE inducir la inflamación con más reposo. La decisión sobre la gestión es un proceso de los últimos años, es decir, el BCE, mientras que la Reserva Federal se muestra ambigua en algunos casos, al inicio de la crisis, en la California de la “transición”. Hay muchas críticas sobre las consecuencias de la era Covid, pero con otros factores es difícil lograr un efecto sobre la inflamación.

En primer lugar, como el BCE pudo confirmar en un plazo mucho más largo que la situación de la Reserva Federal era más radical, la transferencia de datos macroeconómicos justificada por el hombre sería radical. Lagarde, en un contexto crítico, ha demostrado que el inicio de un informe sobre las consecuencias de la inflamación es uno de los momentos más cruciales de su vida.

La incertidumbre actual, las consecuencias de las tensiones geopolíticas y el impacto económico de la pandemia han complicado la situación para los bancos centrales. Si bien el BCE ha ajustado su objetivo, el mercado anticipa que la Reserva Federal acelerará sus actividades en las próximas reuniones, al tiempo que aumenta las expectativas en el círculo político monetario.