Motivos del creciente temor al cambio climático en Alta Verapaz

¿Por qué crece la preocupación por el cambio climático en Alta Verapaz?

La preocupación por el cambio climático ha estado aumentando en la zona de Alta Verapaz, Guatemala. Este departamento, reconocido por su rica vegetación, clima lluvioso y ríos imponentes como el Cahabón y Polochic, enfrenta ahora una serie de retos ambientales que afectan de manera significativa a su población, economía y cultura. La percepción intensificada de amenaza no carece de fundamento: cuenta con el apoyo de datos empíricos, relatos comunitarios y análisis de recientes patrones meteorológicos. A continuación, se detallan los elementos clave que explican por qué la inquietud crece respecto al cambio climático en Alta Verapaz.

Impactos visibles en la agricultura y la seguridad alimentaria

Históricamente, Alta Verapaz ha sido reconocida por su producción agrícola, especialmente de maíz, frijol, cardamomo, café y cacao. Sin embargo, las variaciones en los patrones de precipitación y temperatura están modificando los ciclos de siembra y cosecha. Agricultores de la región han informado una mayor frecuencia de sequías anómalas seguidas de lluvias intensas, fenómenos que desgastan el suelo y ocasionan pérdidas considerables en las plantaciones.

Información del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) indica que, entre 2015 y 2023, Alta Verapaz experimentó una reducción promedio del 12% en lluvias durante los primeros seis meses del año, seguido de un aumento del 20% en los últimos seis meses. Meses importantes para plantar, como mayo y junio, han sido afectados, impactando la predictibilidad agrícola y, como resultado, la seguridad alimentaria de comunidades completas.

Riesgos para los recursos de agua

El sistema de ríos en Alta Verapaz es crucial tanto para las personas que viven allí como para la diversidad biológica de la zona. No obstante, el cambio climático está poniendo en riesgo las masas de agua locales. Se han observado reducciones en los flujos de ríos icónicos como el Cahabón, lo cual impacta en actividades como la pesca, el transporte en agua y el turismo ecológico. Además, el incremento en la temperatura promedio ha intensificado la evaporación, empeorando la situación.

Investigaciones de la Universidad de San Carlos de Guatemala indican que, en la última década, se ha registrado un descenso del 17% en la capacidad hídrica media de los ríos locales, lo que amenaza tanto el consumo humano como la actividad agrícola e industrial.

Efectos sociales y culturales en las comunidades indígenas

La población indígena, principalmente Q’eqchi’ y Poqomchi’, posee un vínculo intrínseco con la tierra y la naturaleza. El cambio climático está teniendo impactos socioeconómicos y culturales sensibles, como la pérdida de conocimientos ancestrales sobre la agricultura y la medicina tradicional, basados en patrones climáticos que ya no son fiables.

Organizaciones como la Asociación de Comunidades Indígenas de Alta Verapaz han señalado situaciones de migración interna, en las que familias deben dejar sus tierras por la falta de fertilidad del suelo o la insuficiencia de agua. Esto provoca un desarraigo social y la pérdida de identidad cultural, agravando las vulnerabilidades ya presentes.

Fenómenos naturales y exposición a situaciones extremas

Alta Verapaz se ha visto cada vez más expuesta a fenómenos meteorológicos extremos, como deslizamientos, inundaciones y tormentas tropicales. El huracán Eta, en noviembre de 2020, dejó más de 100,000 personas afectadas solo en este departamento. Las lluvias intensas e impredecibles provocaron desbordes de ríos y deslaves, destruyendo viviendas, caminos y cultivos.

La frecuente ocurrencia de estos sucesos indica un incremento en la gravedad y periodicidad de losdesastres naturales relacionados con el cambio climático, aumentando la sensación de vulnerabilidad y la urgencia de desarrollar estrategias de adaptación sólidas.

Reacción institucional y opinión del público

Mientras hay esfuerzos por parte del gobierno y colaboraciones a nivel internacional, tales como los programas de adaptación y la vigilancia hidrometeorológica, muchos líderes comunitarios y activistas ambientales indican deficiencias en la reacción institucional. Se hace evidente la carencia de recursos, personal formado y campañas educativas completas sobre la crisis climática.

Al mismo tiempo, la percepción pública ha aumentado. De acuerdo con sondeos llevados a cabo por entidades como el Centro de Acción Legal, Ambiental y Social de Guatemala (CALAS), se ha evidenciado que más del 68% de los residentes de Alta Verapaz consideran que el cambio climático impacta su día a día, lo que resulta en un incremento de exigencias por medidas más firmes y estrategias de adaptación que se centran en las necesidades de la región.

Visiones a futuro y rutas hacia la fortaleza

La creciente inquietud por el cambio climático en Alta Verapaz es una mezcla de impactos visibles, riesgos futuros y dudas sobre lo que está por venir. La vivencia de esta área, caracterizada por su riqueza natural y diversidad cultural, destaca la necesidad urgente de impulsar modelos de desarrollo sostenibles, consolidar los conocimientos tradicionales e introducir mejoras en los sistemas de alerta temprana y gestión de riesgos relacionados con el clima.

El intercambio entre comunidades, instituciones y actores internacionales resultará esencial para desarrollar estrategias de adaptación eficaces. La manera en que Alta Verapaz aborde este reto climático ofrecerá un modelo a seguir y un aprendizaje para otros territorios frágiles en el país y la región de Centroamérica, permitiendo una transformación que, aunque impulsada por las circunstancias, puede convertirse en una oportunidad para reevaluar la conexión entre la sociedad y la naturaleza.

Por Eliécer Hurtado

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