Reflexiones de Arévalo sobre el acuerdo migratorio en Uruguay

https://s.france24.com/media/display/e3a01014-e3f5-11ef-974e-005056bfb2b6/w:1280/p:16x9/0e1813bd6f1dd52318ab51d84a3b29a07dc0361e.jpg

Durante su reciente visita a Montevideo, Uruguay, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, asistió a la ceremonia de inauguración del presidente Yamandú Orsi. Aprovechó también para abordar el delicado asunto de las deportaciones masivas de migrantes, tema que genera inquietud tanto en su administración como entre los ciudadanos guatemaltecos. En una entrevista concedida a la agencia EFE, Arévalo subrayó la importancia de gestionar este proceso de manera que no se intensifiquen los retos económicos del país, al mismo tiempo que resaltó los esfuerzos de su gobierno por abordar esta problemática de manera integral y compleja.

Arévalo manifestó su inquietud acerca de las repercusiones que podrían surgir de los acuerdos de deportación con Estados Unidos, destacando que, de no manejarse con precaución, podrían agravar la crisis económica en Guatemala. “Nuestro objetivo es mostrarle a Estados Unidos que es necesario impedir que estas deportaciones provoquen un deterioro económico en un país que ya enfrenta cifras alarmantes. Si ese será el resultado, en lugar de resolver el problema migratorio, lo vamos a intensificar”, sostuvo el presidente.

El presidente aclaró que el convenio establecido con Estados Unidos para incrementar en un 40% los vuelos con migrantes en situación irregular no es una orden impuesta, sino un acuerdo consensuado que intenta mitigar los efectos adversos. Arévalo explicó que aquellos migrantes que no sean guatemaltecos serán enviados de vuelta a sus países de origen con respaldo logístico y financiero de Estados Unidos, mientras su Gobierno se esfuerza por apoyar la reintegración de los guatemaltecos deportados.

La desigualdad reflejada en la migración

En la entrevista, Arévalo enfatizó que la migración no es una opción voluntaria, sino una necesidad para quienes buscan un mejor porvenir debido a la carencia de oportunidades en su país. “Las personas no migran por deseo, se van porque no tienen otra alternativa para su futuro”, resaltó.

Guatemala, la nación más poblada de Centroamérica, se enfrenta a serios retos socioeconómicos. Con una población de aproximadamente 18 millones de personas, el 60% vive en situación de pobreza. Sumado a esto, el país depende considerablemente de las remesas enviadas por los guatemaltecos que residen fuera, las cuales alcanzaron en 2024 un récord de 21,510 millones de dólares, equivalentes a cerca del 20% del Producto Interno Bruto (PIB).

Arévalo admitió que el regreso de migrantes podría impactar a numerosas familias que viven de las remesas, pero afirmó que su administración está colaborando con la empresa privada para generar oportunidades de empleo para los repatriados. El presidente comentó que sectores como el turismo, que experimentó un crecimiento del 13,7% el año pasado, podrían ofrecer trabajo a muchas de estas personas, especialmente a aquellas con experiencia en campos como la hostelería y el servicio al cliente.

Infraestructura y combate a la corrupción

Infraestructura y lucha contra la corrupción

El presidente también utilizó la oportunidad para destacar los logros de su administración en la lucha contra la corrupción. Durante su primer año de gobierno, se estableció la Comisión Nacional contra la Corrupción y se han presentado más de 250 denuncias vinculadas a irregularidades en la administración pública. Según Arévalo, la percepción ciudadana es que, por primera vez, el Ejecutivo está combatiendo la corrupción en lugar de fomentarla.

Consideraciones desde Uruguay

En Montevideo, Arévalo sostuvo encuentros con dirigentes políticos, incluyendo al exmandatario uruguayo José “Pepe” Mujica. En estas charlas, subrayó la importancia de unir la ética con la política, inspirándose en el legado de Mujica. “El ‘Pepe’ es un ejemplo tangible de que la reconciliación entre ética y política no es una utopía, sino una realidad que demanda voluntad y compromiso”, afirmó.

El viaje de Arévalo a Uruguay no solo fortaleció las relaciones diplomáticas con el Cono Sur, sino que también permitió al mandatario abordar de forma franca y directa los desafíos que enfrenta Guatemala en términos migratorios y económicos. Entre tanto, el presidente reafirma su compromiso de aplicar políticas que fomenten el desarrollo y disminuyan las desigualdades que llevan a miles de guatemaltecos a buscar mejores oportunidades fuera de su patria.

La visita de Arévalo a Uruguay no solo fortaleció los lazos diplomáticos con el Cono Sur, sino que permitió al mandatario abordar de manera abierta y directa los desafíos que enfrenta Guatemala en materia migratoria y económica. Mientras tanto, el presidente reafirma su compromiso de implementar políticas que promuevan el desarrollo y reduzcan las desigualdades que obligan a miles de guatemaltecos a buscar mejores oportunidades fuera de su país.

Arévalo expresó su preocupación sobre el impacto que las deportaciones pactadas con Estados Unidos podrían tener, señalando que podrían empeorar la crisis económica de Guatemala si no se realizan con cuidado. “Nuestro objetivo es hacer comprender a Estados Unidos que necesitamos evitar que estas deportaciones causen un deterioro económico en un país que ya enfrenta cifras preocupantes. Si el efecto es ese, en vez de solucionar la cuestión migratoria, la intensificaremos”, afirmó el líder guatemalteco.

El presidente subrayó que el acuerdo alcanzado con Estados Unidos para aumentar en un 40% los vuelos con migrantes en situación irregular no es una imposición, sino un pacto negociado que busca minimizar los impactos negativos. Según Arévalo, los migrantes que no son guatemaltecos serán devueltos a sus países de origen con el respaldo logístico y económico de Estados Unidos, mientras que su administración trabaja arduamente para facilitar la reintegración de los guatemaltecos retornados.

La migración como muestra de la desigualdad

En la entrevista, Arévalo destacó que la migración no es una decisión voluntaria, sino una necesidad para quienes buscan un futuro mejor ante la falta de oportunidades en su lugar de origen. “La gente no emigra por placer, lo hace porque no hay otra opción para su futuro”, resaltó.

Guatemala, el país con mayor población de Centroamérica, enfrenta significativos desafíos socioeconómicos. Con casi 18 millones de habitantes, el 60% vive en condiciones de pobreza. Además, el país depende en gran medida de las remesas que envían los guatemaltecos en el extranjero, las cuales alcanzaron en 2024 un récord histórico de 21,510 millones de dólares, representando cerca del 20% del Producto Interno Bruto (PIB).

Arévalo reconoció que el retorno de migrantes podría afectar a muchas familias que dependen de las remesas, pero afirmó que su administración está trabajando con el sector privado para crear oportunidades de empleo para las personas repatriadas. El presidente indicó que sectores como el turismo, que creció un 13,7% el año pasado, podrían brindar empleo a muchas de estas personas, especialmente a aquellas con experiencia en áreas como la hotelería y el servicio al cliente.

Desarrollo de infraestructura y lucha contra la corrupción

Como parte del convenio con Estados Unidos, Arévalo destacó que se incluye apoyo para el desarrollo de infraestructura estratégica en Guatemala mediante alianzas público-privadas, así como incentivos para atraer inversiones extranjeras al país. Estas medidas tienen como objetivo abordar las causas estructurales de la migración, generando empleo y oportunidades económicas que permitan a los guatemaltecos construir un futuro dentro de su propia nación.

El mandatario también utilizó la ocasión para resaltar los avances de su gobierno en la lucha contra la corrupción. En su primer año de administración, se creó la Comisión Nacional contra la Corrupción y se han presentado más de 250 denuncias relacionadas con irregularidades en la gestión pública. Según Arévalo, la percepción ciudadana es que, por primera vez, el Ejecutivo está enfrentando la corrupción en lugar de promoverla.

Reflexiones desde Uruguay

En Montevideo, Arévalo se encontró con líderes políticos, incluido el exmandatario uruguayo José “Pepe” Mujica. Durante estas discusiones, destacó la importancia de integrar la ética con la política, tomando el legado de Mujica como ejemplo. “El ‘Pepe’ es una demostración viviente de que la unión entre ética y política no es una fantasía, sino una realidad que requiere compromiso y entrega”, declaró.

Durante su reciente visita a Montevideo, Uruguay, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, participó en la toma de posesión del presidente Yamandú Orsi. Además, abordó la preocupación de su nación sobre las deportaciones masivas de migrantes, un tema crucial tanto para su Gobierno como para los ciudadanos guatemaltecos. En una entrevista con la agencia EFE, Arévalo destacó la importancia de manejar esta situación sin perjudicar la economía del país y subrayó los esfuerzos de su administración para enfrentar esta compleja problemática de manera integral.

Arévalo expresó su preocupación sobre las repercusiones que podrían derivarse de los acuerdos de deportación con Estados Unidos, subrayando que, de no gestionarse con cuidado, podrían empeorar la crisis económica en Guatemala. “Nuestro objetivo es hacer ver a Estados Unidos que es fundamental evitar que estas deportaciones causen un deterioro económico en un país que ya enfrenta cifras preocupantes. Si ese será el resultado, en lugar de solucionar el problema migratorio, lo intensificaremos”, afirmó el presidente.

El presidente señaló que el convenio acordado con Estados Unidos para aumentar en un 40% los vuelos con migrantes en situación irregular no es una imposición, sino un acuerdo consensuado que busca reducir al mínimo los impactos negativos. Arévalo detalló que los migrantes que no sean de origen guatemalteco serán retornados a sus países con el apoyo logístico y financiero de Estados Unidos, mientras su Gobierno trabaja para facilitar la reintegración de los guatemaltecos deportados.

La migración como un reflejo de la desigualdad

En la entrevista, Arévalo subrayó que la migración no es una decisión voluntaria, sino una necesidad para aquellos que anhelan un futuro mejor ante la falta de oportunidades en su nación. “Las personas no emigran por deseo, lo hacen porque no tienen otra opción para su futuro”, destacó.

Guatemala, el país más populoso de Centroamérica, enfrenta significativos desafíos socioeconómicos. Con una población de cerca de 18 millones de personas, el 60% vive en condiciones de pobreza. Además, el país depende en gran medida de las remesas enviadas por guatemaltecos en el extranjero, que alcanzaron un récord de 21,510 millones de dólares en 2024, representando aproximadamente el 20% del Producto Interno Bruto (PIB).

Arévalo reconoció que el retorno de migrantes podría afectar a numerosas familias que dependen de las remesas; no obstante, aseguró que su Gobierno está trabajando junto con el sector privado para crear empleos para los deportados. El presidente señaló que sectores como el turismo, que experimentó un crecimiento del 13,7% el año pasado, podrían ofrecer empleo a muchas de estas personas, especialmente a aquellas con experiencia en áreas como la hotelería y la atención al cliente.

Avances en infraestructura y lucha contra la corrupción

Como parte del acuerdo con Estados Unidos, Arévalo destacó que se ofrecerá apoyo para fomentar el desarrollo de infraestructura estratégica en Guatemala mediante colaboraciones público-privadas, junto con incentivos para atraer empresas extranjeras al territorio. Estas iniciativas tienen el propósito de enfrentar las causas estructurales de la migración, generando empleos y oportunidades económicas que permitan a los guatemaltecos construir un futuro en su propia nación.

El mandatario también aprovechó la ocasión para resaltar los avances de su gobierno en la lucha contra la corrupción. Durante su primer año de gestión, se creó la Comisión Nacional contra la Corrupción y se han presentado más de 250 denuncias de irregularidades en la administración pública. Según Arévalo, la percepción de la ciudadanía es que, por primera vez, el poder Ejecutivo está enfrentando la corrupción en lugar de promoverla.

Reflexiones desde Uruguay

Por Eliécer Hurtado

También te puede gustar