La reciente visita oficial del presidente guatemalteco Bernardo Arévalo a Taiwán ha generado una respuesta inmediata por parte de la República Popular China, que instó a Guatemala a reconsiderar su postura diplomática y adherirse al principio de “una sola China”.
Durante su estancia en Taipéi, Arévalo reafirmó los lazos históricos entre Guatemala y Taiwán, destacando más de 90 años de relaciones diplomáticas. En una ceremonia junto al presidente taiwanés Lai Ching-te, expresó su deseo de fortalecer la cooperación bilateral en áreas como salud, educación, agricultura, tecnología e infraestructura. Ambos mandatarios firmaron acuerdos que incluyen la creación de un mecanismo de consultas políticas, una carta de intención para promover inversiones mediante cadenas de suministro y un plan estratégico para el desarrollo conjunto de la industria de semiconductores .
China no tardó en responder. Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, indicó que 183 naciones han forjado lazos diplomáticos con su país, mostrando la inclinación mundial y la opinión pública. Exhortó a Guatemala a “reconocer la corriente principal” y a “optar por la elección adecuada sin demora”, insinuando que el establecimiento de relaciones con Pekín correspondería a los intereses esenciales de la ciudadanía guatemalteca.
Actualmente, Guatemala es uno de los doce países que sostienen vínculos diplomáticos oficiales con Taiwán, en un entorno donde China ha aumentado sus esfuerzos para aislar diplomáticamente a la isla. En América Latina, varios países han modificado su reconocimiento diplomático, pasando de Taiwán a China en años recientes, incluyendo a Honduras y Nicaragua.
La visita de Arévalo a Taiwán también incluyó discusiones sobre cooperación en salud pública, educación, agricultura, tecnología e infraestructura. Taiwán se comprometió a ofrecer becas, capacitación en alta tecnología y apoyo a programas de desarrollo juvenil, como parte de su estrategia para mantener y fortalecer sus relaciones diplomáticas existentes .a
En este contexto, la posición de Guatemala adquiere una relevancia significativa en la geopolítica regional. La decisión de mantener o modificar sus relaciones diplomáticas con Taiwán no solo afecta su política exterior, sino que también tiene implicaciones económicas y estratégicas, considerando los intereses de actores globales como Estados Unidos y China.
La coyuntura presente representa un reto para Guatemala, donde es necesario encontrar un equilibrio en sus vínculos internacionales y sopesar las ventajas y repercusiones de sus elecciones diplomáticas en un mundo global cada vez más dividido.